Para explicar de forma documentada le función del bajo en este estilo, deberemos hacer un breve comentario sobre su origen: la Bossa Nova nace en la década de los ‘50, de la fusión de la música brasileña con el Jazz, y se va extendiendo y consolidando en las siguientes dos décadas, llamando incluso la atención de numerosos músicos de otras culturas.
Han “jugado” con la Bossa Nova desde Ella Fitzgerald hasta Estopa, pasando por Stan Getz, Charlie Parker, Sting, etc.
Si bien existe una fusión libre entre los dos estilos, lo que aparentemente ha sucedido, es que los músicos brasileños han aprovechado la riqueza armónica y melódica del jazz para utilizarla sobre sus propios ritmos nativos, que ya son suficientemente ricos.
Pese a esto, la Bossa Nova no es “Jazz con ritmo de Bossa”, sino que tiene su propia personalidad armónica y melódica, aunque se alimente del Jazz.
Algunos estudiosos de este género aseguran que el ritmo de la Bossa Nova es igual al del Samba, pero más lento. Sin pretender determinar una cosa u otra, lo que sí se aprecia es que ambos ritmos son significativamente parecidos, pero con una diferencia en la velocidad.
El Samba es el ritmo brasileño por excelencia, y tal vez el principal representante del foclore del país.
Pero lo importante, en nuestro caso, es la formación instrumental con la que originariamente se ejecuta este estilo: la Escola do Samba.
En esta formación no existe el bajo, está compuesta únicamente por instrumentos de percusión y vientos, de modo que lo que intentamos hacer es cumplir la función del zurdo.
El zurdo de un instrumento de percusión, el de mayor tamaño de la “escola”, y el de sonido más grave.
En la Bossa Nova, y también en el Samba, (solo que a diferentes velocidades), el “zurdo” toca este patrón rítmico:
Como vemos, el patrón esta compuesto por una negra con puntillo, seguida de una corchea, y esta fórmula se repite sucesivamente.
Pero aparte de la duración, existe una diferencia muy importante entre estos dos golpes.
Para golpear el parche del zurdo, es frecuente que el ejecutante utilice en lugar de baqueta un trozo de manguera (sí, vulgar manguera de riego), pues bien, para tocar la negra con puntillo, el ejecutante simplemente golpea el parche, pero para ejecutar la corchea, lo hace teniendo apoyada la otra mano encima del parche. Esto da como resultado un sonido totalmente apagado, más similar al golpe sobre un trozo de madera que sobre un parche.
Esta expresión es la que deberemos intentar imitar, para ello, deberemos controlar principalmente el volumen (presión de los dedos) con que tocamos cada nota:
Debemos recordar que la negra con puntillo, nota larga, se toca con más presión que la corchea.

Por otra parte, tocar la negra con puntillo como una nota “normal”, y la corchea “muteada”, dará aún más similitud con el sonido del zurdo.
Para tocar una nota muteada, apoyaremos el dedo en el mismo sitio donde iría la nota normal, pero sin llegar a presionar la cuerda, o mejor dicho, presionándola con tal suavidad que no lleguemos a apoyarla sobre la trastiera (la trastiera es la parte de madera donde se hunden los trastes).
El grado de “muteo” de esta corchea es diferente en función del ejecutante, algunos bajistas la tocan completamente muteada, y otros casi no la mutean, aunque sí la tocan mucho más corta y suave.
Para que puedas practicar este ritmo y el muteo de notas, hemos preparado un sencillo ejercicio.
En esta primera entrega, no entraremos en digitaciones más complejas, y utilizaremos siempre el dedo 1 para la primera nota y el 3 o el 4 para la segunda. En este ejercicio lo importante es el ritmo, e intentar conseguir una acentuación correcta para las notas (más fuertes y más suaves).
Con respecto a la segunda nota, podemos utilizar indistintamente el dedo 3 o el 4, ya que es un tipo de posición que lo permite. Si estás habituado a utilizar el dedo 4, lo encontrarás más cómodo, caso contrario, puedes utilizar el 3 sin problemas.
Para escuchar: Una de las mejores formas de aprender a tocar un estilo es imitando a los que lo hacen bien, es difícil determinar quién lo hace bien y quién mal, pero sí es bueno tener en cuenta que la principal distribución de música Brasileña que se ha realizado en el mundo procede, curiosamente, de dos países: Brasil y Estados Unidos.
Así, se podría decir, o mejor dicho, se dice abiertamente, que hay una forma más “Americana” (Norte Americana) y una forma más Brasileña de tocar la Bossa Nova.
Esta diferencia es imposible de describir, pero la notaremos cuando la escuchemos, sobre todo en la batería.
Teniendo esto en cuenta, es interesante escuchar autores e intérpretes como Antonio Carlos Jobim, tal vez el principal exponente. Joao Gilberto, Elis Regina, Eumir Deodato, Baden Powell, Artrud Gilberto.
En años más recientes, también han tocado mucho este estilo músicos brasileños como Djavan o Gilberto Gil.
En el ámbito del Jazz también es frecuente encontrar Bossa Nova interpretada por músicos Norte Americanos, aunque tal vez no haya un intérprete exclusivo de este estilo, casi todos los músicos de Jazz han tocado alguna vez temas como “Chica de Ipanema”, “Blue Bossa”, “The Shadows of Your Smile”, “Desafinado”, “Black Orpheus”, etc.
A continuación mostramos la misma partitura con tablatura para bajo eléctrico.